El cambio climático es la mayor amenaza a la que se enfrentan las administraciones públicas, las empresas privadas y la sociedad en general.
Tal y como lo define Naciones Unidas, «el cambio climático hace referencia a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor, debido a la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), lo que produce gases que atrapan el calor».
Esta situación nos afecta a todos, y, sobre todo, al papel del sector agroalimentario, ya que estos daños provocan importantes cambios en las condiciones para producir alimentos.
Dadas las circunstancias, Naciones Unidas celebra cada 24 de octubre el Día Internacional Contra el Cambio Climático, para animar y alentar a la sociedad mundial a luchar contra los efectos nocivos y devastadores del cambio climático en el planeta.
¿Y qué tiene que ver el sector jamonero en esto? Pues, al igual que el resto de industrias del sector agroalimentario, mucho.
El sector porcino español está potenciando un modelo de producción cada vez más eficiente, sostenible y respetuoso con la biodiversidad y, además, está trabajando para reducir la cantidad de nitrógeno y fósforo excretado por el ganado y la reducción de la huella de carbono.
¿Y cómo lo hacen? La clave para garantizar un futuro sostenible se basa en apostar por las nuevas tecnologías. La inversión en I+D+i, la innovación y los avances en investigación son piezas claves que el sector cárnico y, en específico, el sector porcino y jamonero pueden aplicar para resolver problemas que afectan al sector en el presente y en el futuro.
Es importante conocer la problemática y actuar en consecuencia, ya que para lograrlo, todos tenemos que poner de nuestra parte, y así conseguiremos cambiar las tornas.