Entrevistamos al escritor y periodista especializado en el sector, David Barreiro, que participará en el Bloque de Comercialización y Consumo que tendrá lugar el miércoles 18 de septiembre por la tarde, con una ponencia titulada “Los cambios que se avecinan en el sector cárnico: una visión a futuro del jamón curado”
¿Cuánto tiempo lleva trabajando en el sector cárnico y a qué se dedica?
Llevo veinte años trabajando como periodista y, entre otros temas, estoy especializado en tendencias de consumo y en particular en el sector cárnico.
¿Cómo destacaría el papel del jamón en el mismo?
Es innegable la importancia que tiene el jamón para la industria cárnica, no solo en datos de facturación o volumen de producción, sino como producto de referencia desde el punto de vista gastronómico. El jamón es la joya de la corona de nuestra alimentación.
Sabemos que los tiempos cambian y, como dice el refrán, debemos cambiar con ellos. ¿El sector jamonero se acoge a este dicho? ¿Cómo se ha adaptado y adapta a los cambios?
No es sencillo. Los tiempos cambian y los procesos de innovación no pueden ser tan rápidos como demanda una sociedad que lo ha acelerado todo: cambios en el consumo, cambios en los hábitos de vida, cambios en el comercio, cambios sociales y culturas ligados a la alimentación, cambios derivados de la globalización… El sector es, por definición, tradicional y está adaptándose como puede a este proceso de cambio constante.
¿Cómo ve el futuro del jamón?
Lo veo lleno de amenazas, pero también de oportunidades. Las tendencias de consumo actuales van en una dirección diferente al consumo del jamón tradicional. Creo que por un lado existe el peligro de esa tendencia de consumo saludable en la que el jamón no se incluye en la dieta, aunque probablemente sea el producto mejor valorado dentro de los elaborados. Por otro lado, existen oportunidades como abrirse a más mercados exteriores y que el jamón no sea únicamente un producto de consumo principal sino que pueda ser un elemento más en platos, un ingrediente, como es el bacon u otros productos similares. Por otro lado, los jamones de más calidad, ya sean ibéricos o blancos, tendrán un consumo cada vez más reducido y destinado a un público más selecto. Además, las innovaciones tecnológicas (carne y productos cárnicos a partir de células y sin sacrificio animal) pueden transformar el sector, aunque probablemente los de menor calidad.